El Presidente Bush, preocupados por la disminución de sus índices de aprobación, ha decidido hacer un asalto frontal a Hollywood, un bastión de sus calificaciones de desaprobación, mediante la programación de almuerzo con uno de sus voceros más persistentemente acusatorio, Jane Fonda.
El Sr. Bush dijo, "Estoy deseando reunión con la Sra. Fonda. Ella ha dicho tantas cosas escandalosas sobre mí durante los años, será un verdadero placer para romper el pan, por así decirlo. Si obtengo mediante el almuerzo intacto, tengo pensado pasar a la siguiente persona en mi lista de invitados, Barbra Streisand."
Los invitados fueron cautelosos, al menos, en su respuesta pública a su obertura.
¿Bromeó Sra. Streisand diciendo, en su forma generalmente subestimada, "no me importa el canto para mi cena, pero tengo que cantar para el almuerzo, demasiado"?
Robert Redford, otro de los invitados, dijo, "bueno, si me preguntan, todo esto es una muy resbaloso Sundance. Él es un ex sus, y sólo me salió contra petróleo."
La Sra. Fonda fue, como era de esperar, bastante vocal. "Tengo muchas cosas que me gustaría decir al Presidente, pero no durante el almuerzo. Sería demasiado molesta a tragar sin asfixia. Entonces él tendría la oportunidad de realizar una maniobra de Himelick, y, aparte del hecho de que tendría que soportar su toque, obtendría a alardear que, mientras estaba indeciso por un momento, siguió su curso y salvó mi vida. No estoy seguro de que estoy preparado para eso."
A pesar de las señales de advertencia temprana, el Presidente sigue siendo optimista.
"Saben aquellos de Hollywood", dijo. "No son todos los republicanos".
Bush busca sanar Rift con Hollywood; Almuerzo de horarios con Jane Fonda
